Maleza 2023

En Maleza, Esteban Peña vuelca su atención hacia las flores salvajes típicas del campo inglés. Le interesa explorar su morfología, su complejidad biológica y, en particular, los colores de las flores. Si en su anterior muestra “La caliente y nublada atmósfera de un silencioso sol” (2021), Peña tenía su mirada puesta en los astros, en esta ocasión se fija en lo que brota en la tierra. La reciente propuesta de Peña es inseparable de su interés científico. Se acerca a las flores con el interés curioso de un botánico y estudia sus propiedades lumínicas a través del conocimiento de la óptica. El artista se sirve de herramientas capaces de producir y capturar las luces infrarrojas y ultravioleta. Bajo esta mirada, las flores destellan una nueva, extendida gama de colores que el ojo humano, limitado a su capacidad de percibir solo el espectro de colores del arcoíris, no sería capaz de detectar por sí mismo. Al representar flores usando la información obtenida a partir de instrumentos ópticos, Peña logra pintar más allá del arcoíris. En su investigación, se encuentra con un fenómeno particular: el de la fluorescencia. Las flores tienen órganos que son capaces de absorber energía y luego volver a emitirla en forma de radiación.Los órganos de las flores, entonces, no solo reciben luz, sino que la emiten, incluso de noche. ¿De qué manera estará viendo un insecto una flor? ¿Cómo avisos de neón? Las margaritas, los dientes de león o los tréboles. Invisibilizados por su presencia cotidiana, son especies agrupadas bajo la palabra “maleza”, que se refiere a lo indeseado, a algo que sobra, que ha de ser erradicado. Peña recoge las plantas de ese conjunto vago e impreciso y las convierte en el objeto de su trabajo. El artista observa detenidamente su rica morfología y sus propiedades físicas y biológicas, revelando su extraordinaria complejidad. Ahora, cuando son erradicadas, estas plantas se convierten en huella. Huella y erradicación que en la obra de Esteban Peña toman forma a través de los contornos de las plantas y la pintura BLK 3.0, capaz de absorber el 98% de la luz visible. Práctica artística y ciencia se entrelazan en esta muestra. Luz infrarroja y luz ultravioleta son los espectros que el artista investiga. La fluorescencia es el fenómeno con el que se encuentra y la ausencia de luz se convierte en huella y vacío. La maleza se revela como el recipiente de un espectáculo lumínico del que el ojo humano está excluido y la obra de Esteban Peña lo revela para poder contemplarlo.

Alejandra La Rotta Negrete